«City of Ghosts» es una serie que Netflix nos trae en el momento más indicado. En medio de tanto estrés emocional y de situaciones tan extraordinarias, una serie pausada y low-key puede ser lo que más necesitemos. En concordancia con esto último, la serie tiene un tono infantil e inocente que sirve para recuperar la ilusión por descubrir el mundo.
No hay que esperar grandes emociones ni aventuras de «City of Ghosts», solo estar dispuesto a relajarse y conocer la ciudad de Los Ángeles como nunca antes te la habían contado. De esta forma, la serie de Netflix cumple dos funciones. Por un lado, la ya mencionada paz que aporta al espectador. Por otro, tiene una parte educacional que no está únicamente dirigida a los niños, sino que también -y sobre todo- a los adultos.
«City of Ghosts» celebra las distintas culturas y transmite valores de comunidad y compañerismo. Los niños protagonistas entrevistan a los fantasmas de la ciudad y, de esta forma, establecen un puente entre el pasado y el presente de Los Ángeles. Así, construyen las bases para que pueda haber un futuro más inclusivo.
Además, la serie no se limita a ser un producto slow-paced y tierno. Tiene mucha personalidad y deja una huella que la distingue de cualquier otra serie.
Pero no he hablado todavía de uno de los puntos clave: su original formato: combina el estilo documental (entrevistas) con escenas ficcionales. Y ambos formatos encajan a la perfección, la serie se siente muy orgánica. Por supuesto, todo contado desde la perspectiva infantil.
Se trata de una serie muy tierna que aporta calma y paz interior a quien la ve. Recomiendo verla tranquilamente en casa con una mantita y una taza de chocolate, así se obtiene la experiencia al completo. «City of Ghosts» te invita a bajar el ritmo, a parar y a tomarte un respiro.