«La Luna» es un cortometraje sencillo pero lleno de imaginación y creatividad. Nos habla sobre cómo los padres tratan a veces de imponer un estilo de vida a sus hijos y sobre la sabiduría intuitiva de los niños. La premisa es original: un padre y un abuelo llevan al niño a trabajar con ellos a la Luna por primera vez y quieren que este haga todo como ellos lo hacen.
Nos relata el viaje de maduración del protagonista, quien por primera vez se atreverá a plantar cara a dos de sus figuras de autoridad. Asimismo, el corto señala la mala costumbre de los adultos de no escuchar a los niños y de mirarse siempre su propio ombligo. El mensaje es bastante claro: cada uno tiene que encontrar su propio estilo para hacer las cosas, encontrar su propia identidad. Es importante encontrarse a uno mismo y hacer las cosas a tu propia manera, sin que los demás te impongan cómo tienes que actuar.
La pérdida de ilusión por la vida de los adultos y la insaciable ilusión de los niños por descubrir todo lo que les rodea. De eso también trata el cortometraje. En definitiva, la historia pone sobre la mesa la mala práctica de algunos padres y la sabiduría y creatividad de los niños. Y todo ello unificado en una historia imaginativa y mágica sobre una familia que lleva varias generaciones yendo cada noche a trabajar a la Luna.